I. El comienzo de la aventura. Todos a bordo
Luffy pasó disparado por delante de Amy, seguido de Sanji y Nami, que parecían bastante enfadados.
-¡Te has comido toda la comida!- gritaba el primero.
-¡Y has gastado mi dinero para comprar más comida!- gritaba la segunda.
-¡Fue sin querer!- chillaba Luffy.
Amy se rió, que tipico de Luffy. No se lo pensó dos veces, decidió seguirles. Tras un buen rato corriendo, Luffy tropezó y sus perseguidores le dieron alcance, y, tras darle una buena tunda, le dejaron allí tirado. Amy, al ver el maltrecho estado del pirata, corrió a ayudarle.
-Perdona- le dijo un poco cortada- ¿necesitas ayuda?
-Comida...- gimió él- me muero...
Amy resopló, este Luffy no tenía remedio, así que decidió llevarlo a la taberna más cercana.
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-Fuflas Fracias- sonrió Luffy, con la boca llena.
-No hables con la boca llena, maleducado- dijo Amy propinándole un golpe en la nuca.
-Oye, ¿que confianzas son esas?- le recriminó él, despues de tragar lo que tenía en la boca- por cierto... ¿quién eres?
-Me llamo Amy-lin, pero me puedes llamar Amy, y tú eres Luffy D. Monkey, de pequeño te hiciste amigo de Shanks “el pelirrojo”, que fue el que te regaló ese gorro, que nunca te quitas, te comiste la nuex goma-goma, quieres ser el rey de los piratas y contigo van el ex cazarrecompensas Zorro Ronoa, la carterista Nami, el cocinero Sanji, el médico Chopper, que por cierto es un reno; Nico Robin ¡ah! Y sin olvidar a Ussop- mientras decía los nombre iba contando con los dedos.
-Me das miedito- susurró Luffy estremeciéndose- te sabes mi vida mejor que yo...
En ese momento la puerta de la taberna se abrió de un golpe y entró toda la banda del sombrero de paja en tropel.
-¡Luffy!- exclamó Zorro- Imbécil, pensabamos que te habían raptado.
-Fe va- respondió el con la boca llena otra vez- Fi eftaba afi con Afi.
-Hola, soy Amy-lin, pero me podéis llamar Amy y vosotros sois Zorro, Nami, Chopper, Sanji, Ussop y Nico Robin, es un placer conoceros- dijo haciendo una reverencia.
-Y esta niña de donde demonios ha salido- masculló Zorro.
-No se, pero es tan guapa...- Sanji la miraba con la boca abierta.
-Sanji...- Nami alzó el puño y a su alrededor se alzó un fuego ardiente.
-Luffy... ¿Puedo unirme a tu tripulación? Porfi...- Amy puso ojitos de cordero.
-Claro, ¿por qué no? Cuantos más mejor- dijo él encogiendose de hombros.
-Bien, por fin mi sueño se ha hecho realidad- dijo Amy para si misma- Y así, poco a poco, le enredaré en mi telaraña y será mío- soltó una carcajada malevola.
-Luffy, ¿estás seguro de que quieres que se una a nosotros?- preguntó Zorro mirando a Amy de reojo, que seguía riendose a carcajadas.
-Zarpemos ya- chilló Amy emocionada.
-Si...- dijero los demás con desgana.
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Llevaban horas navegando y Amy estaba radiante, aún no se creía que estuviera con Luffy y sus amigos, su sueño se había cumplido.
-¿Se puede saber que haces?- preguntó Zorro mirando a Amy, que estaba tumbada en la cabeza de cabra del barco.
-Ay, que iluu, te quiero Merry- dijo abrazando a la pobre cabra.
-Que tía más rarita- masculló él poniendo los ojos en blanco.
Amy se bajó de la cabra y decidió ir a la cocina y como no, se encontró a Sanji cocinando.
-Hola Sanji, ¿puedo ayudarte?
-Cla... cla... ¡claro!
Amy se quitó la sudadera gris de Oxford que llevaba y se remangó la camisa celeste, tomó un par de ingredientes y se puso manos a la obra.
-Sabes, siempre pensé que Nami y tú haceis buena pareja- dijo mientras batía la masa.
Sanji dio un respingo y se puso colorado.
-¿Qué estás cocinando?- se apresuró en cambiar de tema, con las orejas de un color rojo carmesí.
-Una tarta- respondió Amy sonriente.
-¿He oído la palabra tarta?- preguntó Luffy asomando la cabeza.
-¡Fuera!- exclamó ella lanzándole un zapato, el cual le acertó de lleno en la cara.
-¡Au, eres una bruta Amy!- se quejó frotándose la zona dolorida.
-Yo lancé el zapato, si tu pusiste la cara en su trayectoria es culpa tuya- le respondió encogiendose de hombros.
Luffy entrecerró los ojos y tras sacarle la lengua, se fue mosqueado.
-Eres cruel- rio Sanji.
-Y el un niño chico- respondió ella haciendo un mohín.
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-¡A comer!- gritó Sanji.
La comida tenía una pinta exquisita y todos estuvieron sentados y comiendo en un segundo.
-¡Salvajes!- les chilló Amy- ¡Queréis comer como personas civilazadas!
-Joe, Amy, que fenemos fambre- se quejó Luffy con la boca llena, como siempre.
-¡Me da igual!- exclamó esta golpeando la mesa con un cucharon.
-Si...- todos comenzaron a comer con más tranquilidad, desganados.
-Asi me gusta- Amy sonrió.
Cuando terminaron de comer Amy sacó el pastel.
-Y ahora algo muy especial- dijo sonriente- un pastel preparado por mi misma.
-Un pastel, ¿pero no era una tarta?- preguntó Luffy decepcionado.
-¿Quieres comerte otra zapatilla?- le preguntó Amy con voz fría, entrecerrando los ojos.
-Indirecta pillada.
Amy puso la tarta...
-¿Quieres cobrar tu tambien?
Perdón, perdón. Amy puso el pastel sobre la mesa y...
-¡Es mi cara!- exclamó Luffy- Es... es... ¡fantastico!- el chico estaba más contento que unas castañuelas.
Amy, contenta, se puso a repartir trozos de pastel a cada uno de los presentes.
-No veas el mal rollito que me da comerme un ojo de Luffy- le susurró Zorro a Nami.
-Anda que a mi, que me ha tocado la boca- masculló esta- oye, si me la como no es como darle un beso, ¿no?- añadió esta horrorizada.
-Puaj... ¿por qué me tocó la nariz?- se quejó Ussop- No será una indirecta...
-Efto efta buefisimo ¿puefo refetir?- Luffy ya se había comido un trozo.
-Claro que si, come todo lo que quieras- exclamó Amy con la cara radiante de felicidad.
-Bien, no me tocó nada extraño- sonrió Chopper.
-Cada loco con su tema- suspiró Nico Robin mientras le daba vueltas con la cuchara a su pedazo de pastel.
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-Todavía no me puedo creer que esté en el Going Merry- Amy estaba apoyada en la barandilla del barco, sintiendo como la brisa marina le mesaba el cabello.
De repente, un fuerte viento le azotó, levantándole la falda. Amy la mantuvo como pudo, pero era muy dificil con lo que arreciaba el viento.
-Maldita sea- masculló cuando el viento hubo cesado- tengo que encontrar unos pantalones y librarme de esta dichosa falda, que no es precisamente lo más comodo para ser un pirata
Dio una vuelta por el barco y encontró unos pantalones negros. Al ver que no tenían dueño los cogió y se los puso. Le venían bien de talle, pero muy largos.
-¿Quién será el patilargo que usará estos pantalones? ¿Un avestruz?
Los rasgó a la altura de medio muslo, para que quedaran como unos shorts, de manera que le quedaro perfectamente. En ese momento, una puerta se abrió de golpe y salió Zorro en paños menores.
-¡Se puede saber quien me robó los pantalones mientras tomaba la siesta!- chilló de muy mal humor, portando una de sus espadas.
-Ups...- susurró Amy, notando que los pantalones que levaba eran los que había perdido Zorro. Se alejó lentamente, silbando, como quien no quiere la cosa.
-¿Por qué tanto escandalo?- gruñó Sanji.
-Alguien me ha robado los pantalones- exclamó Zorro, cada vez más mosqueado.
-Pero si tienes dos más, tontin- le dijo Nami dandole golpecitos en la cabeza.
-Si... ya... pero...- Zorro comenzó a tartamudear.
-¿Qué?- preguntó Ussop, en un segundo toda la tripulación se había reunido en la cubierta.
-Que son sus pantalones de la suerte, seguro- dijo Luffy desde la cabeza de cabra, se había tumbado y sonreía.
-No- gruñó Zorro- Bah, ya da igual
Y malhumorado volvió por donde había venido. El resto se quedó unos segundos en silencio, extrañados y comenzaron a reir.
-Procura que Zorro no sepa que esos pantalones son los suyos- dijo Nico Robin- o estaras en peligro Amy.
-Bah, no creo que se entere- respondió esta encogiéndose de hombros.