Amy en busca del One Piece: Capitulo 2. Un encuentro chispeante

II. Un encuentro chispeante

Amy se encontraba en el camarote en el que la habían alojado tras su llegada al barco. Estaba sentada en la cama, con las piernas cruzadas y la cabeza apoyada en un puño, mantenía los ojos cerrados.

-Tengo que pensar en como encargarme de Nami y Robin, esas dos son mis principales rivales- dijo frunciendo el ceño- Veamos... si consigo emparejar a Nami con sanji mato a dos pajaros de un tiro, me libro de Nami y evito que Sanji me sobe, pero... ¡que demonios hago con Robin!

Se levantó y comenzó a andar en circulos por la habitación, pensativa.

-Haber... no, con Zorro no, que se me vuelve un soso, con Ussop no, definitivamente y con Chopper...- comenzó a reirse a carcajadas- Chopper no, sería muy deprimente. Un momento... ¿dónde estan Brook y Frankie? Bah, no habremos llegado aún a esos capítulos- suspiró- mejor dejo de comerme el coco y salgo con los demás.

Salió del camarote y cerró la puerta tras de sí con un portazo, bastante malhumorada. Caminó por todo el barco pisando fuerte, bastante mosqueada. Cuando llegó a la cubierta vio que estaban todos allí. Nami cuidaba árbol con mucho mimo, como trataría una madre a su hijo recién nacido; Nico Robin leía el periódico con poco interes; Zorro afilaba sus espadas con cuidado, mientras Luffy, Ussop y Chopper jugaban a las cartas, y, como no, Luffy iba perdiendo.

-¡Gané!- exclamó Chopper con su característica voz nasal- ya van 19 ¿Jugamos otra? ¿Al mejor de veinte.

-Pero bueno Luffy, ¿qué haces con tantas cartas?- preguntó Ussop señalando las manos del joven, en la que debían haber al menos veinte cartas.

-Pues porque gana el que tenga mas cartas, ¿no?- Luffy sonreía de forma bobalicona.

-Pero bueno, ¿tanto tiempo juando al mismo juego y aún no te has enterado de las normas? Gana el que se quede sin cartas- Ussop se golpeó la cara con la mano.

-¿Ah, si?- Luffy se rascó la cabeza sin llegar a entender del todo el asunto- Pues a partir de ahora gana el que más cartas tenga, ala.

-Pero será payaso...- murmuró Zorro al oir estas palabras.

“Este chico... no tiene remedio” pensó Amy sacudiendo la cabeza con una sonrisa.

-Oh, hola Amy- le chilló Luffy, saludandole con una mano.

-Buenos días, Luffy- a Amy se le iluminó la cara al escuchar al chico- ¿cómo estas esta mañana?

-Bah, bien, pero estos dos estan haciendo trampas para ganarme- se quejó llevándose los brazos a detras de la cabeza.

-Pero bueno, si aquí el único que está haciendo trampas eres tú- le chilló Ussop fuera de si.

-Además, que mas da, ya estoy cansado de este estúpido juego- Luffy se levantó y tiró las cartas.

-Eso es porque te has picado, como yo he ganado todas las veces...- Chopper infló el pecho con orgullo.

-Si, haciendo trampas- Luffy se encogió de hombros y se alejó en dirección de Amy.

-Eres el colmo- masculló Robin.

Amy miró a todos lados y se percató repentinamente de la ausecia de Sanji.

-Nami, ¿dónde está Sanji?- preguntó extrañada.

-¡Y yo cómo quieres que lo sepa!- le chilló esta.

-¿Por que te pones tan nerviosa? Solo te he hecho una pregunta inocente- dijo Amy entrecerrando los ojos y sonriendo de forma taimada.

-¡No estoy nerviosa!- chilló esta cada vez más cabreada- Y deja de molestarme, imbécil.

-¡A mi no me insultes pedazo de cacho de trozo de papa frita, so tonta!- le chilló Amy.

-Eso a mi no me lo dices a la cara- Nami se dirigió a donde estaba Amy remangandose la camisa.

-Ven si te atreves, pelandrusca- Amy tambien se dirigió hacia ella con los puños en alto.

Zorro puso los ojos en blanco y agarró a Nami, mientras que Luffy, Ussop y Chopper sujetaron a Amy, que se debatía con fiereza.

-¡Por que me estan sujetando, que si no te daba, y bien fuerte!- chilló Nami retorciendose entre los brazos de Zorro- te ibas a enterar de quien es aquí la pelandrusca.

-No te esfuerzes guapa que ya lo se, aquí la pelandrusca eres tu- Amy trató de desasirse en vano de los brazos de sus captores.

-Que cruz- suspiró Nico Robin- ¿quién nos mandaba a unirla a nuestra tripulación?- y pasó con desinteres la página del periódico.

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-Venga chicas, que no es para tanto- Sanji trataba de reconciliar a las dos muchchas que seguían de morros.

-Yo con esa no me hablo- masculló Nami cruzándose de brazos.

-¿Alguien ha hablado? Creo haber oído a alfuien, pero seguuramente sería una mosca- dijo Amy en voz alta.

-Que madura- dijo Nami con sorna.

-Que madura...- le imitó Amy con voz burlona.

-Pues si, y mucho más que tú.

-Oh, eso si que no te atreves a decirmelo a la cara.

Nami aplastó su nariz contra la de Amy.

-Soy más madura que tú- dijo con lentitud.

Amy le soltó un bofetón que resono en todo el barco.

-¡Cómo te atreves!- Nami se abalanzó sobre ella y trató de estrangularla.

El resto de la tripulación suspiró y se dispuso a separarlas de nuevo.

-Asi no avanzamos nada- rezongó Robin.

En eso estaban cuando una voz conocida por todos les distrajo.

-Hola, ¿hay alguien?

-¡Ace!- exclamaron todos sonriendo.

Cuando el joven entró en la cocina recibió una calurosa bienvenida. Todos corrieron hacia él, deseosos de oir noticias de el chico, todos excepto Amy que se quedó allí parada como un pasmarote.

-Oye, ¿no me presentáis a vuestra amiga?- preguntó Ace ladeando la cabeza.

-A... ¡Ace!- la chica estalló en lágrimas y corrió a abrazar al chico- estas vivo, no me lo puedo creer- Amy lloraba a moco tendido.

-Esto... ¿alguien me explica que esta pasando exactamente?- dijo Ace señalando a Amy que le abrazaba con todas sus fuerzas.

-Es Amy-lin, pero la puedes llamar Amy- dijo Luffy- y no hace falta que te presente, se guro que ya te conoce, veras, no sabemos de donde a salido, pero resulta que se sabe nuestra historia al dedillo- terminó encogiéndose de hombros.

-Si... sigues vivo- murmuró Amy- claro, es que no creo que hallamos llegado a ese capitulo.

-Que susurras pequeñe- dijo Ace alzando una ceja.

-¡Qué!- Amy salió de sus ensoñaciones- Nada. Nada cosas mías- añdió más sonriente, pero sin dejar de abrazarle- Soy Amy, ya te lo habrán dicho, pero da igual y tu eres el hermano de Luffy, Portgas D. Ace pero...- le hizo una señal para que se acercara y le susurró al oído- Yo se quien es tu padre, y se que reniegas de su sangre, la sangre del antiguo rey de los piratas, Gold Roger- y luego añadió en voz alta- y puedes crear fuego con tu cuerpo, como si fueras una antorcha- terminó de decirlo con una enorme sonrisa de oreja a oreja que iluminaba su cara.

-Da miedo, ¿verdad?- Zorro alzó una ceja.

Ace sacudió la cabeza y parpadeó varias veces, impresionado.

-Vale, ¿como demonios sabes todo eso?- le preguntó confundido.

-Tengo mis fuentes- le respondió Amy picandole un ojo con picardia.

-dejalo, prefiero no saberlo- dijo sacudiendo de nuevo la cabeza- ¿Tenéis algo de comer, me muero de hambre.

-¡Oido cocina!- exclamó Sanji y rápidamente se dispuso a cocinar algo rico.

-Huele que alimenta- dijo Ace y se sentó en una silla, con Amy todavía enganchada a él- Oye, ¿no eres un poco joven para ser pirata?

-No lo soy- le gruñó esta- aunque no lo parezca, tengo diecisiete años- mientras decía esto se acomodó sobre las piernas de Ace, sentada como si fuera una niña pequeña- vale que solo mido un metro cincuenta, pero no hace falta ser muy alto para ser pirata, mira a Chopper.

-¡Oye, conmigo no te metas!- exclamó Chopper escandalizado.

-Era un halago, cosa bonita- le dijo con una sonrisa.

-Te lo perdono por esta vez- masculló Chopper sonrojándose.

-Cuidado que voy- dijo Sanji poniendo un plato ante Ace.

-Anda quita, que voy a comer- le dijo este a Amy.

-No, no quiero- dijo esta abrazándose a él como si fuera una niña pequeña.

-¡Quita de ahí, enana!- Zorro le golpeó la cabeza con dureza.

-Au- los ojos de Amy se anegaron en lágrimas.

-Pero que le haces a la señorita, marimo- Sanji golpeó a Zorro y estos comenzaron a pelearse.

-Quitate, porfavor, que tengo hambre- le rogó.

-Vale... pero solo por que me lo pides tú, ¿eh?

Amy se bajó y se sentó al lado de él en el suelo. Ace engulló la comida en unos segundos y dijo amodorrado:

-Bueno, me voy a dormir, ¿vale?

-Bien, vete a mi cuarto- le dijo Luffy.

Ace abandonó la habitacióncon paso firme.

-No creo que le volvamos a ver- dijo Amy.

-¿Por?

-Bah, no le gusta despedirse